domingo, 20 de noviembre de 2011

LA GESTA Y FUNDACIÓN DEL GRUPO INTELECTUAL PRIMERO DE MAYO.

TESTIMONIO DE VICTOR MAZZI TRUJILLO.


Lima 1966. Reunión del Grupo Intelectual Primero de Mayo.
  No hace mucho tiempo, el poeta Julio Carmona me comunicaba la urgencia de un escritor peruano por obtener datos sobre el Grupo Intelectual Primero de Mayo. Estoy seguro que muchos estudiosos del proceso de la literatura obrera latinoamericana estarían interesados en contar inmediatamente con los documentos y actas que guardo en el archivo familiar, sobre lo actuado por el GIPM, a ellos pido un poco de paciencia y calma, requiere tiempo transcribir, corregir y escanear las imágenes de cada documento, labor nada fácil dado el volumen de información que tenemos almacenado.

Emilio Rojas Sáenz, -a quien agradezco su especial deferencia-, me entregó esta cinta magnetofónica de una entrevista que realizada el año 1986, la cual entrego sin corregir o realizar arreglos, tal como se hacen en los periódicos y revistas, quizás en ánimo de respetar la expresión coloquial del testimonio que deja mi padre. Es posible que haya presencia de errores gramaticales del español, son licencias necesarias para comprender el mensaje que deja y para evitar interpretaciones antojadizas o incorrectas del testimonio.

El nacimiento del GIPM se haya ligado a otro poeta de trascendencia e importancia en la poesía peruana: Leoncio Bueno Barrantes. A pesar de la disensión y alejamiento por discrepancias ideológicas que sostuvo con mi padre y destacados miembros del GIPM, debo señalar que mi padre siempre apreció su poesía y esto está sentado en este testimonio. Leoncio Bueno ya con 86 años de edad, hoy atraviesa un estado de salud muy delicado.
 
Aquí la entrevista realizada por el escritor Félix Huamán Cabrera, en Chosica.
 
¿Víctor, Cuál es tu lugar de nacimiento?
Nací en el distrito de Apata, provincia de Jauja, pero a los ocho días de nacido fui llevado a Morococha (porque mis padres trabajaban en las minas) y se asentó mi partida de nacimiento en Morococha, es decir, jurídicamente hablando nací en Morococha según consta en la partida. La fecha es el 17 de marzo de 1925. Bueno el lugar de mi nacimiento el distrito de Apata, es un distrito dedicado a la producción agropecuaria, un pueblo que vive desde la colonia, está poblada de minifundios y tiene una hermosa vida y un río que solamente crece en invierno.

¿Cómo se llamaban tus padres?
Mi padre se llama José Mazzi Vargas y mi madre Fortunata Trujillo Espinoza. Mi padre es natural de Apata, mi madre nació en Ambo (Huánuco). Mis padres desde que se casaron anduvieron en pos de lograr una economía y por tal motivo mi padre se dedicó al trabajo en las minas, algún tiempo estuvo en Lima, donde aprendió carpintería y ebanistería, era un hombre muy culto, hijo de Italiano, ya que mi abuelo Carlo Mazzi Pacelli era procedente de Génova, y mis abuelos por parte materna eran hijos de españoles, indudablemente que también tengo un poco de sangre indígena, por cuanto mis abuelos se casaron con personas nativas. Tengo un hermano se llama Gilberto Mazzi y mi hermana por parte materna Rebeca Robles
Víctor Mazzi T. (sentado) en Carhuamayo durante la construcción de una usina.
En tu niñez que experiencias te han servido para la literatura. ¿Qué recuerdos tienes?
Mis primeras letras las hice en Morococha, en el Centro Escolar Obrero que dirigía Augusto Mateu Cueva y en la que trabajaba Gamaniel Blanco. A la edad de cinco años fui alumno de ellos, pero por poco tiempo porque ellos encabezaron el movimiento obrero de Morococha y fueron apresados y otros profesores perseguidos como Adrián Sovero, todos ellos escritores obreros autodidactas, y cuyo Centro Escolar no dependía del Ministerio de Educación o de Instrucción, ni de la empresa minera en la que se trabajaba (Cerro de Pasco Copper Corporation). Esta escuela era solventada con cuotas por los propios obreros a quienes les descontaban por planillas y de ahí fui donde vi las primeras marchas obreras con mis profesores adelante y entonces me di cuenta de que la vida no era color de rosa. En ellos guardo una gran memoria y por ese motivo he escrito poemas hacia ellos. Ahora… bueno yo pasaba mi infancia entre Morococha y Apata porque paraba quince días con mi abuela con mis tíos y otros quince días en Morococha, vivía en los dos pueblos. Pero lo que más me impresionaba era la visión cósmica de la naturaleza de Morococha; los nevados, su flora, una flora que está pues a los cuatro mil quinientos metros de altura y que no es la flora de la costa o de la selva y sus lagunas y el frío impresionante que se sufre en ese lugar. Bueno el año 1931 se cerraron las minas, entonces los obreros tuvieron que migrar, debido al crack económico que había empezado el año 1929 y lógicamente mis padres también como ya no había trabajo en las minas, se vinieron primero a San Mateo (Huarochirí) a trabajar en las carreteras. Mi madre daba pensión y mi padre trabajaba de carpintero en campamentos de la carretera, puentes etc. Y esas veces donde yo iba y los ayudaba, entonces perdí años de estudio, eso duró hasta 1932, es decir en San Mateo, hasta que llegamos a radicarnos acá en Chosica, pero mis padres seguían trabajando en diversas carreteras la panamericana del sur la del norte, entonces con mi madre que era enfermiza iba junto con mis padres porque no había quien la atienda, entonces estuve en Chilca, en Casma, en el norte, en diferentes lugares hasta el año treintainueve, años que dejé de estudiar por estar junto con mis padres, el año 1940 ingreso al Centro Escolar 451 de Chosica, que dirigía el profesor Germán Rodríguez Villón, estuve solamente hasta el tercer año de primaria que terminé en 1943. Indudablemente que yo había aprendido a leer periódicos, revistas que habían salido en Morococha, sabia puntuación, sabía tildación, ósea cuando ingresé al colegio me escribía versos, me llevaba todos los concursos que hacían dentro del 451. La verdad que me aburría en el colegio porque en cuestión de historia, geografía era muy destacado, casi todo había aprendido de los libros.

¿Qué labores has desempeñado?
Bien en 1944 dejé de estudiar y me dediqué a ayudar a mi padre en labores de carpintería y construcción civil, desde entonces me he desempeñado en esa rama de construcción hasta 1966 hice de albañil, picapedrero, guardián, al parecer por todos los trabajos (…) te decía hice diversos oficios hasta ese año, en que ha pedido de algunos docentes de la Universidad Nacional de Educación y de la Federación me pidieron que fuera a vender libros en un puesto que instalé al lado del comedor de estudiantes y cuyos libros guardaba en la Federación, en la Sala de Estar. Este trabajo duró hasta 1977, en que vino la intervención, las fuerzas represivas destrozaron mi puesto de libros y se robaron la mayor cantidad de libros, solamente recogí una tercera parte de un enorme cajón, que tenía, que por lo menos habían 2,500 volúmenes, de ahí no me quedó más que poner una librería en la sexta cuadra del jirón Camaná, con un socio Raúl Soto en la que estuve el año ochenta, tuve que dejarlo porque me robaron también los libros en la librería que había puesto, entonces como no tenía libros que vender, a Raúl Soto le dije: “lo poco que queda véndelo tú y te doy el veinticinco por ciento”. Bien estaba pensando volver a Construcción Civil, en eso se hizo la reapertura de la Universidad (La Cantuta) y en 1981 vine a solicitar permiso para poner un puesto de libros, pero me denegaron el pedido y un día fui donde el Rector Roberto Velásquez López a solicitarle que interviniera para que me dieran permiso y entonces el Rector me dijo: “pero Mazzi si te damos permiso a ti va a venir hasta el vendedor de camellos, no te podemos dar permiso, ¡pero si tú eres escritor y poeta y porque no te vienes a acá a trabajar con nosotros… acá el profesor (Miguel) Gutiérrez ha presentado un proyecto sobre la generación del cincuenta, porque no hablas con el profesor Miguel Gutiérrez y te queremos aquí y seguro que te vas a desempeñar bien”, y así lo hice y estoy hasta 1985, estuve trabajando hasta ese año el proyecto de la generación del cincuenta, la que al no haber sido ampliada el periodo de la investigación, prácticamente se me dejó al aire, pero tuve la suerte de encontrarme con el profesor (José) Mendo Romero, un día me manda a llamar: “señor Mazzi necesito hablar con usted”, le dije: “profesor, en que lo puedo servir”, “yo sé que tienes problemas en (la Facultad de) Humanidades, porque no te vienes a trabajar a la Biblioteca, ahí también hay trabajo de investigación”. Y sin pensarlo dos veces me vine a la Biblioteca, ya estoy por cumplir los dos años y medio, pero en calidad de contratado, como también estuve anteriormente como servicio no personal, no tengo la condición de personal estable.

¿Actualmente qué labor desempeñas?
Bien estos momentos soy responsable del área de promoción y difusión de la biblioteca, mi trabajo consiste en montar una edición del panel cada mes, hacer bibliografías, editar el boletín “Debate educacional”, en estos momentos estamos pensando hacer “Fuentes de la historia de Chosica” patrocinado por la Biblioteca para publicarlo muy posiblemente en octubre.
Cancionero el cantar de los andes, Perú 1947. Letra del poeta
Víctor Mazzi Trujillo.
¿A qué edad empezaste a escribir?
Yo empecé a escribir prácticamente en 1942. En principio me llamaba la atención las letras de las canciones y decidí hacerme letrista y como letrista estuve hasta el año cuarentaicinco o cuarentaiséis, en que vi que las letras que producía para las canciones con algunos músicos como Pedro de Vivanco, Gerardo Salhuana, Francisco Ramos Tingo, Rodolfo Tejada Ayona y otros compositores, no tenían más que un auge de un cuarto de hora como se dice en el argot, es decir, uno o dos años y pasado de moda y nadie se recordaba de las canciones, entonces decidí escribir ya poesía, y mi primer trabajo fue una obra titulada Guirnalda de Canciones a Chosica que lo escribí entre 1944 a 1946, este libro se publicó acá en la Universidad Nacional de Educación en 1976, después de veinte años. En 1947 publiqué Reflejos del Carbón, una edición de trescientos ejemplares, que rápidamente se agotó y el editor no quiso reeditar la obra y como no tenía dinero, prácticamente ya está fuera de circulación es una cosa de museo.

¿Cuáles fueron tus primeras lecturas?
En cuanto a mis primeras lecturas, en mil novecientos cuarenta comencé a leer a Máximo Gorki, a Jack London, a Elías Castelnuovo, Alvaro Yunque, que en realidad eran autores de literatura proletaria todos ellos. Eso influyó seguramente también en mi desarrollo literario porque me gustaba leer todo lo que tenía relación con la vida de la clase obrera y del proletariado. Recién el año cuarentaisiete comencé a leer a César Vallejo y por esa época eran muy escasas las obras de Mariátegui. Los siete ensayos de José Carlos Mariátegui recién yo llegué a conocer por el año 1951. Entre los poetas que leí posteriormente me impresionaron mucho estaba el francés Paul Eluard y Jacques Prevert, Pero mayormente yo me he nutrido de la poesía argentina, de la poesía que ya tenía escrito Raúl Gonzales Tuñón, Nicolás Olivari, -el primer “antipoeta” que apareció en la literatura latinoamericana-, y de esa fecha he leído metiéndome también en la literatura argentina, por ejemplo otros autores que me impresionaron mucho fueron Juan Gelman, pero esto ocurrió por los años cincuentainueve, sesenta, y posteriormente Jorge Alejandro Boccanera, un poeta argentino que ganó el premio Casa de las Américas, este poeta también es obrero y es el único obrero que ha ganado el concurso Casa de las Américas.

Carta de Oscar Raúl García, poeta obrero argentino.
Bueno entre los autores que influenciaron en mi creación yo podría decir que ha habido en parte de los españoles, especialmente de Miguel Hernández y del francés Jacques Prevert. Actualmente mis lecturas preferidas son los de autores nacionales, dado que soy aficionado desde 1948, especialmente la narrativa que se ha escrito en Perú. Esto no quiere decir que no he dejado de leer a los poetas a Alejandro Romualdo, Gustavo Valcárcel, Francisco Bendezú, Jorge Eielson, Javier Sologuren, Pablo Guevara. Entre los preferidos que tengo actualmente en narrativa destacan Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Augusto Roa Bastos y Elvio Romero en cuanto a poesía.

1966. Visita del poeta paraguayo Elvio Romero al Perú. Acompañan Jesús Ángel García, Leoncio
Bueno, Teodoro Stuchi y Víctor Mazzi T.
¿Cuáles son tus obras publicadas?
Tengo seis obras publicadas más una antología. Ya mencioné las dos primeras, después volví a publicar a partir de 1975, se publicó en Argentina mi poemario A lengua viva realizado por el poeta y editor Roberto Jorge Santoro, quien fatalmente fue desaparecido y asesinado por la triple A. Después vinieron otros libros como Poemas de Vecindad editado por el SUTE de Lima, Poemas del Albañil patrocinada por Mojinete de Tacna, Memorial de un tiempo a otro que se publicó en 1979 también en Tacna. Bueno, hablando de los libros, la gestación que tuvo cada uno de ellos, lógicamente en Guirnalda de Canciones a Chosica fueron mis primeras impresiones sobre el paisaje de la ciudad de Chosica, y esto se debió también a dar un homenaje al pueblo trabajador de Chosica, porque no sólo me refiero al paisaje, sino a sus gentes, especialmente a sus trabajadores y también hay un poco de biográfico. En cuanto a Reflejos del Carbón fue ya el inicio prácticamente de la corriente de la poesía proletaria, donde ya hablaba sobre problemas de los trabajadores en general. En el lapso de 1947 que se publicó Reflejos del Carbón hasta 1976, toda mi labor estuvo dedicada al Grupo Intelectual Primero de Mayo donde publicamos obras de conjunto, ya no obras individuales, y con el Grupo Intelectual Primero de Mayo publiqué ocho cuadernos de poesía, que alcanzó hasta 1970, a partir de esa fecha publiqué el órgano del Grupo el cuaderno de poemas llamado Canto y Seña y posteriormente del setentaiséis al ochenta he publicado y escrito trabajos en prosa en el Boletín del Grupo Primero de Mayo denominado Puntos de Clase la que alcanzó cinco números, más adelante ya he comenzado a recopilar trabajos para editar posteriormente, tengo más o menos veinte libros inéditos, aún sin título todavía.

Caratula revista Puntos de Clase N° 03. Dibujo de George Grosz.
 ¿Cómo y dónde se editaron tus otros libros?
En lo referente a cómo se editó los otros libros, A lengua Viva es una recopilación de poemas escritos que se hizo desde 1973, está interesado en algunos problemas no sólo los temas sociales sino los problemas políticos, especialmente a desalinear de la cuestión velasquista, es decir, la política velasquista. Los otros poemarios publicados se basan en mis impresiones acerca del mundo del trabajo, hasta el último libro Memorial de un tiempo a otro, todos tienen temas sobre el proletariado, es estrictamente poesía proletaria, bueno esto lo decíamos en las obras. Actualmente escribo poemas, escribo ensayos, pero no tengo todavía trabajo terminado, sino de tarde en tarde los voy realizando, posiblemente a fin de año haga un balance de todo esto y le forma de libro y los publique luego.

¿Cuál de tus obras prefieres más y porque?
Bueno, yo creo en ese sentido que amo todas mis obras, claro que hay algunas que me han dado mayores satisfacciones, por la crítica, el aplauso público, entre ellos podría decir por ejemplo que A lengua Viva es uno de los poemario que me ha dado mayores satisfacciones, lo mismo que Memorial de un tiempo a otro, pero en el fondo yo vivo contento con todas las obras publicadas, las amo a todas.

¿Las nanas en que libro están publicadas?
Las nanas fatalmente no integran ningún libro publicado, sino se han publicado en talleres de especialistas y justamente acá me han pedido en la Biblioteca una selección de las nanas para publicarlas. Seguramente no van a pasar meses que van a publicar la selección de las nanas que voy a recoger de los periódicos y revistas donde he publicado.
Víctor Mazzi, Hugo Villanueva y Leoncio Bueno. Lima 1966.
¿Cuál es tu relación con otros poetas de tu generación?
Valoro y aprecio a los escritores de mi generación, realmente he vivido muy cerca, casi íntimamente con la gente de mi generación, por ejemplo un poeta que me impresionó en un primer momento y me sigue impresionando por supuesto, pero que me agarró de perfil y de frente también, es Alejandro Romualdo Valle, y luego Gustavo Valcárcel, Juan Gonzalo Rose, Manuel Scorza y algunos compañeros del Grupo Intelectual Primero de Mayo, hoy adversario mío, Leoncio Bueno, es un gran poeta pero que no comulgo con su división ideológica. Casi he tratado a todos los poetas de mi generación, son muy pocos a los que no conozco. Sería muy largo hablar, por ejemplo, de los poetas de Junín, que estuvieron junto a mí lado, pero hay nombres que debo recordar como Algemiro Pérez Contreras, Hugo Villanueva, Hilda Rojas Llacsa, una poeta sicaína, que fatalmente se fue del Perú en 1962 a Cuba, se casó allá y se nacionalizó cubana, una gran poeta que perdió las letras de Junín y del país. Hay otros nombres, digamos por otros departamentos, por ejemplo de Cajamarca me impresionó mucho Mario Florian, Garrido Malaver -en su primera etapa, me refiero a los poemas antes de La dimensión de la piedra, ya que en la Dimensión de la piedra donde pasó a la metafísica y yo soy un poeta concreto, debatible, realista, ya no me gustó mucho-. Podría hablar de poetas arequipeños como Alberto Vega, Oswaldo Reynoso, Aníbal Portocarrero, de poetas piuranos como Luis Carnero Checa, Guillermo Carnero Hocke, de poetas trujillanos como Marco Antonio Corcuera o Carlos Berrios, bien sería una lista interminable.

¿Cuál de los poetas mencionados eliges como el más representativo?
Bueno, entre los poetas, a mí me parece el más alto poeta de mi generación es Alejandro Romualdo Valle, sin lugar a dudas. Y si también se coloca dentro de mi generación a Jorge Eduardo Eielson, es también hoy un poeta que amo, a pesar que su retórica pertenece a la “poesía pura”, pero no dejo por eso de admirarlo. Ellos son pues los prototipos de mi generación, pero hay otros más, por ejemplo Juan Gonzalo Rose, el poeta de la ternura y del combate, lo mismo que Manuel Scorza, cuyo libro Las imprecaciones, marcó una ruta a los poetas social-realistas, especialmente al que habla, porque me hizo pensar no sólo en la poesía de la clase proletaria, sino en lo que se refiere a la poesía nacional, la poesía del Perú en combate.

¿Cuál es tu opinión de la literatura peruana del siglo XX?
Podría decir que es la más rica en expresiones poéticas dentro de Latinoamérica, indudablemente que ha habido maestros en otros países, pero por la cantidad de obras resalta el Perú. Bueno por la narrativa están Abraham Valdelomar, Carlos Parra del Riego, César Falcón, Ciro Alegría, José María Arguedas, Julio Ramón Ribeyro, Enrique Congrains, Miguel Gutiérrez, Oswaldo Reynoso, Antonio Gálvez Ronceros, Gregorio Martínez; sin olvidar a los últimos narradores, a generaciones más recientes como Félix Huamán Cabrera, Antonio Higa, Roberto Reyes Tarazona, últimamente las grandes cualidades de Cronwell Jara, Hildebrando y Julián Pérez y En materia literaria somos un país riquísimo con grandes figuras y grandes promesas de figuras aunque indudablemente va a dejar toda una huella en la literatura de habla castellana y en muchas partes superando por la cantidad de figuras que tenemos.

¿Pero Colombia también tiene narradores excelentes?
Sabemos que en Colombia hay tres o cuatro narradores grandes, pero me parece que en el Perú es donde se desarrolla más por la temática andina, los problemas sociales y la narrativa de invención.

Es decir hay nuevos prototipos de creación…
Bueno la obra de la literatura peruana actual sigue llevando esos grandes prototipos de creadores, esperamos que surjan otras figuras más porque yo creo que el Perú es tierra de poetas y narradores, lo que sí es que fatalmente hay pocos ensayistas en el país, en ensayo hay países que nos llevan la delantera.

Revista Canto y seña N° 02.

¿Qué expresa la literatura proletaria?
Bueno, la literatura proletaria es la expresión pues de la clase obrera y el proletariado. En un principio nuestra poesía fue conformada por escritores obreros que no tenían conciencia de clase, y esto ocurría por los años veinte y los años treinta y se llama proletario a aquel escritor que tiene conciencia de clase, que lo diferencia de los escritores obreros. Esta literatura proletaria obedece a los mecanismos de lucha y de los intereses de la clase trabajadora y como digo en mi libro Poesía proletaria del Perú (1930-1976), tuvo su iniciación con Gamaniel Blanco y Augusto Mateu Cueva en narrativa, César Vallejo –que es el primer narrador de temas proletarios con El Tungsteno- y posteriormente surgió ya todo un movimiento porque antes actuaban individualmente, en sí no había organización o algún organismo de literatura proletaria hasta la fundación del GIPM, que se llevó a cabo el siete de julio de 1956, en la que participaron sus primeros miembros: Leoncio Bueno, Eliseo García Lazo, Carlos Loayza Gómez, José Guerra Peñaloza y el que habla y, a la que se sumó inmediatamente Algemiro Pérez Contreras, Moisés León Paitán, Miguel Carrillo Natteri, José Gutiérrez, Luis Cohayla, Pedro Durán Quevedo, Julián Huanay y otros más. El grupo llegó a tener más de cuarentaidós miembros repartidos en todo el país. Como dije anteriormente, el grupo editó ocho cuadernos de poesía y dos revistas. Cada cuaderno de Poesía llevaba un título diferente, una revista se llamó Canto y Seña y Puntos de Clase.

Artículo periodístico de Sebastián Salazar Bondy, diario La Prensa.
¿Cuáles son las características de la poesía proletaria?
Indudablemente está en que los creadores de esta literatura son elementos de extracción obrera, -sus primeros integrantes fueron de extracción obrera-, más tarde se abrió la posibilidad de los escritores que adoptaban una posición proletaria. Hay dos sectores que la conforman: los escritores de extracción obrera y los escritores de posición proletaria. Cabe mencionar algunas figuras para dar una idea de esto, tenemos en primer lugar a Alberto Alarcón, en segundo lugar a Julio Carmona, en tercer lugar a Artidoro Velapatiño y otros más que sería largo enumerar de los cuarentaidós integrantes. Todos ellos hicieron trabajos de obreros en su mocedad, pero llevados a mayor estudio ingresaron a las universidades y optaron títulos profesionales, esto no los desmerece de una posición proletaria. Los temas que escriben no sólo hablan del proletariado, de las fábricas, del dolor, del hambre, la miseria, sino que también devienen en asuntos sociales generados en el país, ya sea por otras clases como la campesina o las capas medias, entonces su temática trata ampliamente otros tópicos como la muerte, la alegría, no hay tema que se les impida escribirlos, pero lo hacen desde un punto de vista proletario, ese sería una de sus principales características.

¿Qué importancia que tiene la poesía del GIPM en el Perú?
A través de estos treintaitrés años de existencia del grupo, hemos visto que ha jugado un papel principal en las luchas sociales, y no sólo de los trabajadores, sino de otros gremios, por ejemplo estamos muy ligados a organismos magisteriales antes de que existiese el SUTEP, y con el SUTEP hemos trabajado duramente, también con los técnicos de SENATI, y otros gremios que sería largo enumerar, entonces ellos gustan de la poesía proletaria. He leído artículos periodísticos como el de Denisse Angulo que refiere que el único arte de expresión popular que tiene categoría en el país es la literatura proletaria, indudablemente se refiere al Grupo Primero de Mayo. Yo creo –como dijo Hildebrando Pérez Grandez-, cuando se rescriba la verdadera historia de la literatura peruana, la literatura proletaria tendrá el más importante papel; mientras aún se mantenga una cultura oficialista, una cultura de las capas medias, bueno aún se haya marginal la literatura proletaria. Yo creo que tiene una gran importancia en el devenir de la historia.

Testimonio de Hildebrando Pérez Grandez, Lima 1978.
¿Cómo se gestó el Grupo intelectual Primero de Mayo?
En 1956, en el mes de abril comenzaba la campaña electoral de las candidaturas de Fernando Belaúnde por un lado y por el otro de Manuel Prado. En la candidatura de Belaúnde se habían agregado varios organismos como el Movimiento Social de Izquierda, jefaturados por Félix Zeballos y Leoncio Bueno, y por otro lado el Movimiento Social Progresista, además del Movimiento de Mujeres del Perú. Durante esa campaña yo fui contratado por el MSP, como regente de su local en el jirón Chincha 243, en la que frecuentaban escritores como Alejandro Romualdo, Hernán Velarde, Sebastián Salazar Bondy y otros más. En medio de la campaña, un día, Francisco Moncloa me llamó y me dijo: “quiero presentarte a un poeta obrero” y me presentó a Leoncio Bueno, entonces de la conversación entre los dos, un día surgió la idea de fundar un organismo de literatura proletaria.

Caratula de Cuaderno de poesía Prólogo del Alba.
Antes, -como antecedente-, debo referir que en 1950 se empezaron a realizar los trabajos de la construcción de la usina de Paucartambo, en el departamento de Junín, en Carhuamayo, llegaron cinco mil obreros, entre esos cinco mil habían otros escritores obreros que no nos conocíamos y yo estaba ahí. Realizaba labores de picapedrero y me desempeñaba como corresponsal del diario Última Hora. Un día en medio de la lluvia, llevaba mi portavianda de comida para calentarlo en mi campamento, cuando escucho una voz que me llamaba: “Señor Mazzi, señor Mazzi”, volteo y veo a un joven que me llamaba, y como estaba lloviendo, le dije: “no se detenga, que la lluvia nos va a ganar, ¿dígame que desea?” Me contestó: “yo sé que usted es corresponsal de Última Hora y quiero publicar mis versos”. Este joven se llamaba Víctor Ladera Prieto, poeta acollino. Bien, con él establecimos la primera manifestación de amistad literaria-intelectual. Al poco tiempo llegó Sócrates Morales, que era periodista, ya tenía una edad avanzada (65 años), sin embargo, trabajaba de picapedrero. Llegué a conocerlo de manera casual, porque había publicado un cancionero, yo sabía el nombre de él pero no lo había visto hasta ese momento, cuando me dijo: “yo soy Sócrates Morales”, le dije: “Ah, usted ha publicado un cancionero, su nombre me es conocido”. Y así nos fuimos juntando varios elementos que a veces en una cantina, nos poníamos a recitar y resulta que Morales también era poeta y quería recitar. Hasta que llegaron dos elementos que no eran peruanos, hasta ese momento. Uno era perseguido político y otro había venido a actuar como torero a Lima y no sé porque razones de la vida, el torero fue a parar a Paucartambo. El boliviano Armando Guillén, -quien al principio pasaba por puneño-, un día hubo una huelga, él se subió sobre una piedra (y arengó a todos los trabajadores), entonces la compañía lo persiguió por haber iniciado la organización del Sindicato. Como sabía filosofía, pintura y literatura, yo me acerqué a él y se acercó a mí también, entonces le hablé que teníamos que fundar un grupo de escritores, ahí me enteré que era un perseguido político que había actuado en la revolución de Cataví, mucho antes de la revolución de 1951, bueno, con ellos formamos un grupo que se llamó “Tierra y Libertad”, porque veíamos los problemas del campesinado de Paucartambo, fatalmente no llegamos a publicar nada, sino que era un grupo que en horas de descanso se ponían a conversar de literatura, iban al río a lavar su ropa y mientras secaba la ropa hablábamos y leíamos nuestros trabajos, nos hacíamos críticas. Bien esto duró hasta el año 1954, cuando terminó la contrata de la Empresa Cristian Nielsen y retomaron el trabajo los mismos dueños que era la Cerro de Pasco Copper Corporation, entonces nos despidieron a todos los que había llevado la Cristian Nielsen, cada uno tomó un rumbo diferente; unos se fueron a trabajar a Chimbote, otros se fueron a Cerro de Pasco, muchos regresaron a sus tierras.
 Cuando en 1956 se funda el Grupo Intelectual Primero de Mayo [GIPM] y a Leoncio Bueno le digo que conocía a otros escritores proletarios le explicaba sobre dos amigos de la infancia que eran José Guerra Peñaloza –que en ese momento se desempeñaba como obrero- y Carlos Loayza Gómez, -que es albañil en ejercicio actualmente aquí en Chosica-, Leoncio me dijo: “habrá que llamar a esta gente y habrá primero que preparar un acta de fundación y una declaración de principios”. Bueno con tal motivo llamé a Pedro Durán Quevedo, que era librero y había sido peón de chacra en Piura, lo elegimos nuestro primer secretario general, ocupando los otros cargos los fundadores. Cuando se fundó el Grupo, vinieron otros trabajadores y se inscribieron, entonces formamos un taller de poesía, pero lo interesante de esto fue que era un organismo con acta de fundación y con una declaración de principios, es decir, ya tenía un cauce, no era una cosa espontánea. Digamos es como aparece este organismo y que dentro de él se desarrollaron también no sólo actividades de creación, de arte, sino también hubo diferencias ideológicas, había dos líneas muy marcadas; una liderada por Leoncio Bueno, -que dicho sea de paso, era miembro del Partido Obrero Revolucionario, de tendencia trostkista-, pero también había algunos elementos provenientes del APRA, que luego no duraron mucho, en el debate ideológico se tuvieron que ir; esto dio lugar a que sus miembros pensara también en estudiar filosofía, ciencias, ha determinar que no sólo se debía trabajar en arte.
Logo del Grupo Intelectual Primero de Mayo.
 ¿Qué sindicatos influenciaron?
Tuvimos un papel principal en todas las luchas, especialmente en la Federación de Construcción Civil. Gracias a la invocación del Grupo se contó con dos filiales. Lo mismo ocurrió con la Federación de Empleados Bancarios, -que esa vez funcionaba en el Paseo Colon-, cuyos dirigentes fueron Ugarte, Humberto Damonte, José Luis Alvarado. Nosotros nos presentábamos regularmente en recitales, incitándolos a defender sus derechos laborales. Bueno esto se desarrolló también en provincias; por ejemplo José Guerra Peñaloza el año 1958 se fue a vivir a Huancayo y fundó el organismo Acción Cultural del Centro en compañía de otros poetas del grupo como Víctor Ladera, Hugo Villanueva. Este organismo duró hasta 1968; lo mismo hizo Algemiro Pérez Contreras en Jauja, asimismo otros integrantes en otras provincias del Perú.

La segunda generación de poetas del GIPM, Lima 1966.
 ¿Cuáles son las etapas por las que atravesó el Grupo Primero de Mayo?
La primera etapa estuvo constituida por los siguientes: los fundadores más Pedro Durán Quevedo, Julián Huanay, José Gutiérrez, Miguel Carrillo Natteri, Moisés León Paitán, Rosa del Carpio –que fue la primer integrante mujer- y el joven narrador Walter Paredes. En la segunda etapa, -contando con los anteriores-, está el pintor Alberto Andia, Hernando Salas Gamarra, Miguel Herrera, esta etapa es de 1960 a 1966. A partir de 1966 ingresan al Grupo otros poetas, entre los que se encuentran Artidoro Velapatiño, Eduardo Ibarra, Magno Dueñas, Gladys Basagoitia, Teodoro Stuchi (ganador del premio de poesía ACUNI 1968). Una tercera etapa, a partir de 1971, se afilian al Grupo Julio Carmona, Néstor Espinoza, Raúl Soto, Nelson Parra, Donald Jaimes, Joaquín de los Santos, diríamos que es la promoción más joven del Grupo.
¿Quienes se retiraron del Grupo?
Con los debates ideológicos algunos abandonaron el Grupo Primero de Mayo, voy a mencionar que en 1968 abandonaron el Grupo Leoncio Bueno; por la misma época Carlos Milla Villena (que era historiador); Esteban Pabletich, al mes que se había afiliado al Grupo, (él había dedicado uno de sus libros de ensayos al GIPM); Jesús Ángel García (poeta autodidacta que no sabía escribir y que dictaba de memoria sus poemas), -él publicó libros que hablan del poder indio, canciones indias, pero él no es indio, él es blanco nacido en Trujillo, radicado en Lima más de 35 años, ¡las cosas curiosas que tenía el GIPM! El alejamiento de ellos se dio por motivos ideológicos y esto no quiere decir que hayamos perdido la amistad, siempre nos encontramos con ellos, conversamos, sin tener espacio en el Grupo, ya que no trabajamos con ellos. Eso sería en resumen las respuestas al cuestionario.

Víctor, solamente una cosa, por ejemplo a nivel de lo que se llama la enseñanza de la literatura a nivel educativo, tú crees que más o menos, de esta perspectiva, que valor, que fines podría jugar el trabajo de clase…

Claro, siendo la poesía del Primero de Mayo una poesía marginal, popular y que habla … y sus temas son la tensión social…

[Aquí se interrumpe la versión magnetofónica de la entrevista]